
Son muy buenos conductores eléctricos, térmicos y acústicos.
Algunos presentan comportamiento magnético que consiste en atraer otros materiales metálicos. Gracias a su fusibilidad, pueden soldarse con facilidad a otras piezas metálicas. Los metales se dilatan cuando aumenta la temperatura y se contraen cuando disminuye.
Tienen también una elevada capacidad de oxidación.
La mayoría de los metales son reciclables, otros como el plomo resultan tóxicos.